22 de agosto de 2004. Dos hombres encapuchados y armados entraron en el museo y en 30 segundos descolgaron tres cuadros del pintor noruego Edvard Munch.
Además de la obra maestra del expresionismo, El Grito, se llevaron Madonna y otra obra sin identificar.
Tres meses después de su sutracción, El grito fue localizado en el Hotel Aasgaardstrand. Las investigaciones policiales también lograron poner nombre al autor del delito, Paal Enger, quien fue condenado a seis años de prisión. Las obras fueron recuperadas en 2006 y desde entonces vuelven a colgar de las paredes del Museo Munch.
Te contamos aquí algunos de los robos de obras de arte más increíbles de la historia:
Picasso acusado del robo de La Gioconda.
El 21 de agosto de 1911 era lunes y el Museo del Louvre estaba cerrado. Aprovechando la escasa seguridad los ladrones robaron el cuadro más famoso de Leonardo da Vinci: la Mona Lisa.
Ante esta situación la policía empezó a rastrear a todos los sospechosos, llegando a cerrarse las fronteras del país… y ¿sabéis quién fue acusado del robo? El mismísimo Pablo Picasso, que se había instalado en París desde 1904.
Honoré-Joseph Gery Pieret ya había robado unos años antes dos esculturas íberas y se las había vendido a Picasso (dichas esculturas parece ser que fueron la inspiración para pintar Las señoritas de Avignon), así que cuando Pieret se auto inculpó, esperando recibir la recompensa de 50.000 francos, dijo que le había regalado el cuadro a unos amigos… y todas las miradas cayeron en Picasso y el poeta Apollinaire.
Hasta dos años después no fue cuando se detuvo al verdadero autor, Vicenzo Peruggia. Peruggia era un exempleado del Museo del Louvre que “disfrazado” de trabajador de mantenimiento, consiguió salir con la pintura escondida entre su ropa. Le detuvieron cuando que intentaba vender el cuadro al director de la Gallería degli Ufizzi.
El cuadro más robado de la historia. Jacques III de Gheyn de Rembrandt
Aunque normalmente se dice que el Políptico de Gante es la obra más robada en de la historia… le gana esta obra de Rembrandt, que ha sido robada en 1966, 1973, 1981 y 1986 por distintos ladrones de la Dulwich Picture Gallery en Inglaterra. Por la cantidad de veces que ha sido robada, se le conoce popularmente a esta obra como “Rembrandt to go”
El robo más caro. El Museo Isabella Gardner (Boston).
El 18 de marzo de 1990. Dos hombres disfrazados de policías maniataron al personal de vigilancia y saquearon el museo llevándose 13 obras maestras invaluables, entre las que se encontraban pinturas de Vermeer, Rembrandt, Manet, Degas… Un robo valorado en más de 500 millones de dólares.
¿Sabías que el museo mantiene los marcos vacíos expuestos de los cuadros robados? Todo se mantiene tal cual, a pesar de que no están las obras debido a estrictas prohibiciones en el testamento de Gardner, que dejó ordenado que la colección debía mantenerse sin cambios.
Un robo con grúa. Reclining de Henry Moore.
La obra de bronce, estaba valorada en 4,5 millones de euros, medía 3,5 metros y pesaba 2 toneladas.
La escultura se encontraba en la Fundación Henry Moore, en la ciudad de Much Hadham, al norte de Londres. Dos vehículos, un camión con grúa y un turismo, accedieron a los jardines del museo, donde estaba expuesta la escultura.
La escultura nunca apareció y posiblemente fue robada por el valor del bronce, es decir que probablemente haya sido fundida.
La venganza del trabajador despedido. El Códice Calixtino.
El Códice Calixtino se considera como la primera guía de viajes de la historia: miles de viajeros lo usaban para peregrinar a Santiago. Además de su utilidad en época medieval, es una obra bibliográfica e histórica de valor incalculable ya que se trata una edición única.
Estaba guardado en sala acorazada del Archivo de la Catedral de Santiago de Compostela.
El 5 de julio de 2011 los responsables del archivo informaron de su desaparición.
Primero parecía un robo por encargo, luego las pesquisas apuntaron a un círculo más cercano: Manuel Fernández Castiñeiras, que había trabajado allí como electricista durante décadas y había sido despedido en 2005.
Gracias a las investigaciones se supo que no era su primer robo ya que había estado saqueando los cepillos del templo por valor de más de 1,5 millones de euros.